Caminos y Puentes Federales (CAPUFE), presenta un rezago tarifario que lo obliga a estructurar y aplicar una propuesta de reducción gradual en la red propia y para mantener constante y en términos reales el nivel de la tarifa por la contraprestación de los servicios de operación y mantenimiento de la Red FONADIN.
A lo anterior, se suma desarrollar la metodología de cobro del nuevo esquema de prestación de servicios y diseñar una estrategia integral para captar ingresos adicionales.
En el Programa Institucional de Caminos y Puentes Federales de Ingresos y Servicios Conexos 2020-2024, se reconoce que el organismo presenta un importante rezago tarifario, pasivos contingentes, alta dependencia de terceros privados en la operación de los sistemas de telepeaje que debilita su posición, dado que el 30% de aforo y 50% del ingreso se realiza a través de este sistema.
“Es imperativo que Capufe, consolide un sistema de telepeaje propio, que permita elevar el nivel de servicios y lograr ser competitivo para estar acorde a las tendencias tecnológicas e irreversibles en la operación de autopistas de cuota”, agrega el documento.
A lo anterior se suma que entre estimaciones del sector en el sentido de que desde marzo del 2020 se ha observado una caída del aforo de entre el 30 y 35%, por lo que, entre enero y septiembre del 2020 los ingresos, según datos de Capufe, pasaron de 25 mil 252 millones de pesos a 19 mil 433 millones de pesos, es decir, más de cinco mil 800 millones de pesos menos.
Lo anterior ha sido atribuido al desplome del aforo, pero también a las pérdidas derivadas de la toma de casetas; aunque experto en la materia observaron que se deben poner en tela de juicio las grandes mermas que, se asegura, el organismo tiene por los actos vandálicos.
Comentaron que la caída de ingresos por un menor aforo, debe ser compensada con recursos de Banobras, pero que Caminos y Puentes Federales (Capufe) ha realizado ajustes extraordinarios y fuera de su título de concesión a sus tarifas de peaje, dado que no responden necesariamente a la inflación.
Destacaron que Capufe tiene la autorización expresa incrementos, por ajustes inflacionarios, solo a principios de cada año, entre enero y febrero.
“Salvo que en el presente sexenio se haya realizado una modificación a su título, que no se dio a conocer, o por factores extraordinarios que no responden a la inflación, se pudieron autorizar esos ajustes”, indicaron.
Sin embargo, en lo que va de la presente administración se han realizado cinco ajustes: el 1 de febrero de 2019 aumentó las tarifas de peaje en las autopistas que administra en un promedio 4.8%; el 13 de septiembre de 2019 se aumentó el costo del peaje en la México – Acapulco en un 3.2 %; a partir del primer minuto del 5 de febrero del 2020 el aumento generalizado fue de 3%; asimismo el 3 de febrero de 2021 la alza generalizada fue de 3 % y el 1 de agosto pasado con el 3.2 % específicamente para la autopistas México – Acapulco, aumento autorizado por el Fondo Nacional de Infraestructura y bajo el argumento de un ajuste por inflación.
De acuerdo con el Fonadin los recursos recaudados por peaje de las autopistas integradas en la red concesionada se emplean para cubrir los gastos asociados a la operación y conservación, así como otorgar apoyos financieros para el desarrollo de proyectos en los sectores de comunicaciones y transportes, agua, medio ambiente y turismo en beneficio de la población.
En relación al diagnóstico realizado por el organismo, se detectó que entre la problemática a resolver destaca: procesos específicos deficientes en la operación de la red operada; obsolescencia en las herramientas administrativas y tecnológicas en las plazas de cobro; deficiente asignación de recursos para el mantenimiento y la operación a los caminos y puentes bajo su cargo; rezagos en los servicios a los usuarios; además, de que se cuenta con una estructura organizacional desactualizada, y pasivos contingentes, lo que en su conjunto ha generado el debilitamiento del rol institucional como operador de autopistas del gobierno federal.
